lunes, 8 de octubre de 2012

La tableta se abre paso en las aulas
  La tableta se abre paso en las aulas  
 
Sus manos ya no se cansan al escribir y la tinta del esfero ya no traspasa las hojas del cuaderno. Angelimar Salas estudia a través de aplicaciones móviles descargadas en un tableta de Apple. La pequeña de 6 años cursa el segundo año de básica en el Colegio Internacional SEK, en el norte de Quito, donde desde hace un año y medio se estimula el aprendizaje táctil de los alumnos de educación inicial con iPads. La inserción en la educación móvil es uno de los objetivos de este centro educativo, fundado en 1892 en 20 países alrededor del mundo. “Aunque no se reemplazan por completo los libros y cuadernos, los más pequeños tienen acceso a iPads en sus horas de clase”, recalca María Augusta Almeida, coordinadora de recursos tecnológicos de la institución. Almeida, junto a Enrique Navas, director del colegio, decidieron cambiar el modelo de estudio: cuentan con 120 iPads y 65 pizarras digitales. De los 940 estudiantes de la institución educativa, 400 alumnos de educación inicial pueden utilizar las tabletas de Apple para estudiar en el aula. “Los más grandes pueden traer sus propias tabletas, pero la inversión del colegio está orientada a los más pequeños, para garantizar la inserción tecnológica desde temprana edad”, destaca Navas. El día de clases comienza a las 08:00. Mientras los alumnos ingresan a sus aulas, el profesor baja hasta la biblioteca, donde Luis Villarroel, el encargado del lugar, los recibe. En este espacio, además de estantes y libros ordenados, hay ‘carritos’ que guardan las tabletas de la institución. Son una especie de refrigeradoras pequeñas con 30 divisiones que sincronizan las 120 tabletas a una estación principal u ordenador. Con solo una ID y desde una Mac Book Pro, ubicada detrás del mostrador de Villarroel, él actualiza a través de iTunes las aplicaciones de todos los iPads. En lo que va del año lectivo, las tabletas tienen 23 aplicaciones pagadas. “No utilizamos las gratuitas porque son una limitante dentro del aprendizaje de los niños, pues solo cuentan con demos de presentación”, dice Villarroel. Para comprar una aplicación, el docente analiza en su casa el servicio más adecuado para dictar su materia. Una de las aplicaciones elegidas por Guido Villareal, profesor de inglés, fue ABC Phonics Short Vowel, una ‘app’ que ayuda a escuchar la fonética correcta de las palabras en inglés. Villareal ingresa a la biblioteca y solicita a Villarroel las tabletas. El encargado de la biblioteca abre el ‘carrito’ y verifica si los iPads están cargados al100%. Revisa sus estuches rojos y las enumeraciones de las tabletas antes de entregarlas. Villareal sale de la biblioteca e ingresa al aula de segundo de básica. Después de un saludo corto en inglés, el docente comienza la clase. Sujeta el iPad en sus manos y, paso a paso, explica a sus alumnos cómo encender la tableta y abrir la aplicación correcta. Juan Diego Albuja atiende y sigue los pasos de su profesor. Sentado frente a Villareal, el estudiante de 6 años abre ABC Phonics Short Vowel para aprender cómo se escribe en cursiva las palabras en inglés. Luego de escuchar el sonido que emite la aplicación, Juan Diego asienta su dedo índice sobre la pantalla y comienza a formar letras. Sin despegar la mirada del iPad y después de haber acertado cuatro veces palabras diferentes, Juan Diego sonríe y dice que con el iPad es fácil aprender. Después de una hora de clases, en la cual también se puede utilizar la pizarra digital como herramienta de enseñanza, el docente interrumpe la diversión de los pequeños. Los hace cerrar la aplicación y apagar la tableta. Sofía Morales coloca sus cinco dedos en el centro de la pantalla y los abre rápidamente, pero sin despegar sus dedos de la tableta. Con este movimiento, la alumna de 6 años sabe que podrá acceder a la interfaz inicial del iPad y apagarlo.Villareal devuelve el aparato a la biblioteca. A las 16:00 acaba el período escolar de los pequeños, quienes acuden a sus casas a realizar las tareas. A Angelimar se le hace entretenido y descomplicado usar la tableta en su hogar. Lo aprendió de su hermano, de 11 años, con quien comparte un iPad en casa. La infraestructura tecnológica en el establecimiento educativo Hace un año y medio se compraron 40 tabletas. Actualmente tienen 120. La elección de la marca responde a la garantía de calidad, según su director. La institución cuenta con conexión Wi-Fi. Dependen de la dinámica de la materia, los estudiantes también utilizan las tabletas en los espacios verdes.   Las 65 pizarras digitales se compraron hace 6 años.   A través de su ‘software’, el docente puede enviar al iPad la información que se escribió en la pizarra. 

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